3 sept 2010

Descansa en paz...

Hecho nudo está
a sombra del izquierdo,
así cuelga su cadaver desecho:
de mi hermoso auricular derecho.

Sí, sucedió una fresca mañana del pasado martes 31 de agosto. Lo curioso es que sucedió la mañana del último día del mes, es como si el destino esperaba que no olvidara a agosto tan fácilmente, o al menos de su último día. Era como eso de las 6:20 (probablemente más tarde, por que tengo la mala costumbre de salir tarde de mi casa a la escuela), y mi mamá me acompañó a la puerta. Cabe mencionar que tengo un especie de trauma hacia ella, que puedo tener mis ideas en claro de lo que deba realizar a pesar del tiempo, hasta que la voz de mi madre se escucha desde las escaleras: "¡Apúrate, ya es bien tarde!"; Esas son las cinco palabras mágicas que me descontrolan. Fue así como eché todas mis cosas a la mochila, incluyendo mi ipod (con los audífonos en cuestión incluidos), entre tantas otras cosas que posiblemente ni debía de echar.
Me decía a mi misma mientras bajaba apresuradamente las escaleras: "creo que ya llevo todo bien", hasta que de nueva cuenta mi señora madre volvió a decir otras 5 palabras que me descontrolan aún más: "¿Segura que llevas todo bien?". Le respondí con un dudoso "Sí", cuando mi mente, revuelta por sus expresiones confundidoras de inocentes mentes poco despiertas en la mañana, me dijo con un todo pensativo: "la targeta del camión". La confusión en mi mente hizo que realizara algo que no acostumbro hacer: sacar el ipod de golpe, y eso justamente es para que no les pase algo a los cables, pero no, no le pasó nada a los cables, si no a la tapa del auricular que salió volando por los cielos callendo cerca de la maceta del jardín de la entrada de casa. Creo que sabía que ya le llegaba su hora. O tal vez ya quería pasar al otro lado del precipicio, donde yace para lo que no fue creado hacer: el silencio. Así es como, para no confundir que era el que no servía, le hize unos 10 nudos justo en el medio. Y para acabar mi desgracia, mi mente sí me engañó y la targeta estaba en mi cartera todo el tiempo.
La vida sin él no es igual. Y lo peor es que en estos últimos días las canciones que más tengo ganas de escuchar, se escuchan bien sólo si están puestos los dos audífonos juntos. En fin, tendré que vivir sólo con el surdo y luego conseguirme otro par para que estos ya pasen a la historia.
Lo peor del caso es que semanas anteriores había dicho alegremente: "Estos audífonos me han durado más de lo normal". Creo que eso causo desesperación en el fallecido aparato.
Bueno, mi única salvación hasta entonces es seguir sobreviviendo con el izquierdo y si tengo suerte, comprar unos nuevos en el office o en el mixup (que fue donde compre estos mencionados). Y de paso le cambio el color, por que ya pasaron dos generaciones seguidas de audífonos rosas.

2 comentarios:

  1. sigue con el rosa..
    al menos recordaras a tus queridos audifonos u.u
    yo no tengo audifonos ni ipod : D
    uno andrea los perdio y otro mi ipod se mojo :A
    pero el ipod se reparara (H)
    los audifonos... quien sabe donde vagaran :A

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  2. haa no hay que deseperar ..mis audifonos encajan en la categgoria de minusvalidos =A aaa mis frijolitos morados estan apunto de fallecer, creo que ya comprare otros ... es deprimente no quiero remplazarlos:(

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